Se realizará el próximo Miércoles 22 de Mayo a las 14:30hs.
Exclusivo para Alumnos y Egresados del CIC
Entrada libre y gratuita con inscripción previa haciendo click aquí
LA RESISTENCIA (Humana)
por Gustavo J. Castagna
En medio del jolgorio de superhéroes interminables y de una tradición genérica supeditada al mundo digital, siempre serán bienvenidos los ejemplos cinematográficos provenientes del cine asiático.
Cine puro, acción a full, revisión de los géneros (policial, terror, melodrama, comedia), la vasta producción emergida de un Oriente que complace al Occidente que marca la agenda de los festivales, ha ido construyendo un imaginario cinematográfico con sus propias distinciones y diferencias. Se traten de películas provenientes de Japón, China o Corea (del Sur), el cine de acción (para denominarlo de una manera) nacido en esos paisajes, enseña que se puede fusionar el objetivo primordial (un entretenimiento popular) con un altísima calidad estética, formal y conceptual, muy difícil de encontrar en las fórmulas y las escuálidas reiteraciones que vienen del país del norte.
Es lo que ocurre con la extraordinaria TREN A BUSAN / INVASIÓN ZOMBIE (2016) (el título impuesto descarta cualquier sutileza), dirigida por el coreano YEON SANG-HO, habitual responsable de films animé y de género (terror, policial).
La propuesta resulta seductora desde el inicio con detalles mínimos y escenas cortas pero contundentes que informan de algo novedoso, sin explicación racional aun, pero que estallará con suma inmediatez. Como los recordados comienzos de películas de CARPENTER o CRONENBERG, el planteo inicial es enigmático y de allí, con una narración de alto vuelo sin prisas ni pausas, la historia nos presentará a sus personajes principales.
Un padre separado, la relación de “olvido” con su pequeña hija y el mundo que lo rodea, tecnologizado al extremo. Otro (futuro) padre junto a su esposa, obrero y laburante, en las antípodas del anterior. Una pareja de amigas ya veteranas. Un marginal que en primera instancia inspira sospecha al resto. Un grupo de chicos, jóvenes beisbolistas. Un empresario avaro, triunfador en lo económico, presto al desplante y a mirar al mundo desde arriba.
Todos ellos tomarán un tren última generación rumbo a Busan. Ellos y muchos más, ubicados en otros vagones. Ellos y esos otros que se convertirán en zombies, en manadas de zombies atléticos y famélicos dispuestos a conformar sus apetencias alimenticias con prontitud.
TREN A BUSAN / INVASIÓN ZOMBIE es una película rica en matices, plausible a más de una lectura.
Por un lado, está la película de acción, la de “palo y palo” y “vamos para adelante” En ese punto, el film de YEON SANG-HO resulta ejemplar, acaso uno de los mejores, derrochando energía, fisicidad, sangre, destripes y acrobacias varias durante casi dos horas.
Pero la doble o más lecturas que pueden instalarse para ir más allá del argumento, porqué no, también son más que permitidas. TREN A BUSAN / INVASIÓN ZOMBIE, ofrece a una familia disgregada y a otra a punto de sumar a un nuevo integrante. Las clases sociales y personajes con edades muy diferentes – todas, todos – se hacen presente en ese tren que al poco tiempo tendrá un destino incierto: empresarios, obreros, marginados, gente joven y deportista, gente mayor, padres, madres, hijos, hijos por venir.
Y en ese espacio de resistencia frente a la invasión de adentro-afuera, ya acosando en el vagón de al lado o subida a los techos, como ocurre en los grandes títulos (otra vez) de CARPENTER, se demuelen las distinciones de clase, los rangos sociales, el poder económico, la tecnologización llevada a un punto sin retorno.
Lo primitivo y voraz desea devorarse a ese micromundo capitalista (en su mayoría) que debe resistir hasta la muerte. De allí surgirán actos de nobleza, de hombría, de traición, de heroísmo, de miedo ante el que se acerca para convertirte en otro parecido al resto. Voraz como el mayoría ya convertida en ese otro igual.
Los dos padres – el que está con su hija y el inminente progenitor – se convertirán en los líderes de la resistencia. El atribulado empresario tecnocrático y el obrero primitivo: ambos protegiendo a sus familias y al resto de los – pocos – sobrevivientes.
Es que el cine asiático de estas características propone estas lecturas. Raspando en la superficie vital del entretenimiento se encuentran las interpretaciones, los guiños, la posibilidad de contextualizar una película de acción con zombies desesperados por comer donde hay lugar para expresar algunas ideas sobre el mundo actual y sus zonas cálidas pero y oscuras.
En este sentido, TREN A BUSAN / INVASIÓN ZOMBIE también es un film extraordinario.
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