CABALGANDO EN EL ESPACIO
Por Gustavo J. Castagna
El equipo Dédalo ya está preparado con sus cuatro integrantes para ir allá lejos al espacio y así capturar a un satélite soviético que cayó fuera de órbita con el riesgo de que ingrese en la atmósfera de la Tierra. El cuartero Dédalo ya está listo luego de un riguroso entrenamiento que se realizó ante la mirada absorta de otros futuros astronautas que poca relación tienen con el team protagónico.
Ocurre que Frank Corvin, el experto, junto a los pilotos Hawk, Jerry y Tank, ya superaron los 60 años y no son los mismos de fines de 50 cuando estuvieron a punto de salir al espacio. Si hasta parecen retirados de su profesión y lejos de los conocimientos adquiridos décadas atrás.
En efecto, Frank (Clint Eastwood) vive con su esposa bien lejos del espacio, Jerry (Sutherland) se dedica a diseñar montañas rusas, Hawk (Lee Jones) enviudó y aun recuerda su trabajo como piloto asustando a jóvenes supuestamente valientes, y por si fuera poco, el ex navegante Tank (Gardner) armó una familia y se convirtió en pastor baptista.
Clint Eastwood (87 años cumplidos en mayo) lo hizo otra vez en JINETES DEL ESPACIO (Space Cowboys, 2000): fusionó géneros a puro placer, construyó una historia vital e inteligente con personajes casi retirados o a punto de jubilarse, invadió con su sabiduría territorios temáticos y estados de ánimo contrapuestos (comedia, drama, melancolía, felicidad), edificando un film eficaz, perfecto en su escritura, minucioso en sus decisiones de puesta en escena.
El secreto de Eastwood como director –uno de esos secretos- está en el placer de contar una historia y en cómo contarla, aferrándose al manual del clasicismo, jamás dejándose seducir por una cámara virtuosa o por detalles añadidos al centro del relato, al corazón de una historia a la que el director y actor hace funcionar como un tren que avanza sin prisa y sin demasiadas pausas. Un tren narrativo que ya tiene 35 películas detrás de cámaras (JINETES DEL ESPACIO es su película 22), iniciada a principios de los 70 con PLAY MISTY FOR ME (OBSESIÓN MORTAL), en donde Clint interpreta a un disc jockey acosado por una fan y que continúa hasta SULLY, estrenada en diciembre pasado en los cines de acá. Pero el “hasta” en Eastwood jamás autoriza la clausura ya que su título 36 como cineasta (THE 15:17 TO PARIS) se encuentra en la fase de posproducción.
Esa energía y vitalidad por seguir trabajando en aquello que más le gusta es similar a la que tienen los protagonistas de JINETES EN EL ESPACIO. Pese a los achaques por la edad, las dificultades y la desconfianza que se le tiene a este cuarteto de veteranos, las cuentas pendientes con el pasado (en especial, entre Frank y Hawk), el malestar que tiene el titular de la NASA (brillante James Cronwell) obligado a reencontrarse con el líder del grupo, la turbia e inquietante presencia de un enviado de la vieja Unión Sovíetica, debido a estos trances y a otros más, el equipo Dédalo saldrá a cumplir la misión asignada.
En ese punto Eastwood aclara la estructura narrativa y los cruces genéricos de la película. Como si fuera una película bélica de hace cuarenta, cincuenta años (DOCE DEL PATÍBULO; EL BOTÍN DE LOS VALIENTES), algunas de ellas protagonizada por él mismo o por otro de los intérpretes de JINETES DEL ESPACIO, la primera mitad del film refiere al reclutamiento, a la reunión del grupo, a la chance de tener una segunda oportunidad en sus vidas luego de la frustración de décadas atrás. La segunda mitad, desarrolla el viaje al espacio, el temor, la valentía, los conocimientos del grupo, las alteraciones que produce semejante travesía, las ganas de cumplir la misión y cerrar esa cuenta pendiente.
Pero si JINETES DEL ESPACIO puede ser analizada desde la perspectiva de un film bélico, también representa el tono, las situaciones, el entramado narrativo de un western, otro género al que Eastwood visitó en más de una ocasión, con él mismo dirigiendo o siendo dirigido por sus maestros Sergio Leone y Don Siegel y por otros realizadores-amigos de su empresa Malpaso Producciones.
Allí está el secreto, entonces.
JINETES… es un film de ciencia ficción, pero también es un western y un film bélico pero en esta oportunidad sin rivales a vencer, sino con el hecho puntual que confiere a cuatro viejos astronautas que deben cumplir un objetivo sin traicionar su actitud ética e incorruptible frente al mundo.
Los cuerpos ya están viejos pero aun no apuran la inmolación, como sí se producirá más adelante en GRAN TORINO, con Clint Eastwood sacrificándose sin armas frente a un pelotón de fusilamiento callejero y marginal.
Los cuerpos ya están viejos y tres ellos volverán a la paz del hogar ya cumplida la misión a miles de kilómetros.
Uno de ellos, en cambio, será acompañado por la voz de Frank Sinatra colmando definitivamente su gran deseo inicial.
El espacio ya le pertenece a los jinetes.
El objetivo se cumple.
Frankie tiene la última palabra.
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